La Revolución Bolivariana se encuentra en un momento de suma
importancia para su crecimiento, o en su defecto, para su retroceso: es hora de que se retome
el Poder Constituyente desde las bases,
desde el Poder Popular per se: no el que denomina a un Ministerio o representa
un funcionario, sino aquel que legisla en las esquinas calientes, que diáloga
acerca de sus problemas y plantea soluciones, aquel que rescató a Chávez el 13,
que se caló el paro petrolero, las guarimbas y resistió la muerte del
Comandante Chávez, sigue su última voluntad, y acompaña a Nicolás Maduro como
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela sin pedir, y en muchos casos, sin obtener, nada a
cambio. Todo ello con el objetivo de preservar el bien más preciado de la
Patria, su Independencia y su Soberanía.
Tenemos que tener muy claro que este hombre, Nicolás Maduro, enfrenta con gallardía una tarea que le fue
asignada, a la que no tenía aspiraciones y por la que, desde un principio,
estuvo en tela de juicio, sin embargo, con todo lo que el fenómeno del
bachaqueo, el acaparamiento, la
especulación y el dólar paralelo implica,
hemos resistido, de la mano de
Nicolás tres fuertes años, atacados por
la canalla de siempre, y por algunos,
los llamo ahora, ex camaradas, que dejaron todo el peso de la crisis en
Nicolás, sin contar con la ineficiencia de funcionarios en altos cargos, la corrupción, que fueron denunciadas por estos "ex
camaradas", que en su momento fueron criticados por el Presidente, dada su inexperiencia en el cargo, sin
embargo, cuando los llama, y los necesita, no acuden.
A estos compañeros les va el llamado, ante un 2016 muy complicado,
debemos trabajar más allá del egoísmo, del individualismo: vamos todas y todos
a activar la Participación y el Protagonismo del Pueblo Bolivariano junto a
Nicolás Maduro.
Por: Carlos Morles @cmorlesVEN
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