martes, 24 de febrero de 2015

Nos regalan miedo para vendernos seguridad (a propósito de la guerra económica y la desestabilización). Parte II

Como complemento de la primera parte de esta especie de dossier, debemos seguir denunciando las acciones de sabotaje que se implementan contra la Patria de Bolívar y Chávez. Como buena parte del manual que implementaron en la Nicaragua Sandinista de 1979 a 1989, el cual se titula The Freedom Figthers Manual.

En ese manual también encontramos que parte de las acciones de sabotaje tienen que ver con telefonear haciendo reservaciones falsas en hoteles, etc. Cualquier cierta semejanza con los raspacupos actuales o la supuesta venta de pasajes por parte de aerolíneas y viajan con asientos vacíos no es mera coincidencia claro está.
Derramar líquidos, dejar caer máquinas de escribir, robar u ocultar documentos importantes entra dentro de este catalogo.
Amenazas a los jefes por teléfono, telefonear dando falsas alarmas de incendios o delitos, dañar libros, romper o dañar bombillas eléctricas o ventanas, cortar cables de teléfonos o de sistemas de alarmas, pintar consignas en contra del Gobierno, regar clavos en caminos y carreteras, echar tierra o agua en el tanque de gasolina, colocar clavos junto a los cauchos de los vehículos estacionados, cortar o perforar tapicería de los vehículos, romper sus parabrisas o faros, echarle tierra al carburador o distribuidos para dañarlos, romper la bobina del distribuidor, colocar obstáculos en las vías, hacer bombas molotov, son parte de los manuales implementados en las guarimbas y que pretenden implementar en esta fase de desestabilización.
Estamos sin duda en un momento extremadamente peligroso, puesto que la campaña de la derecha en nuestra población está ejerciendo un efecto muy peligroso en la psiquis de nuestro pueblo.  Hasta ahora en este intento de generar caos y miedo en nuestra población ha fracasado, puesto que los venezolanos y las venezolanas no apostamos al caos ni a la violencia de rupturas de nuestro orden constitucional.
Es lamentable que haya venezolanos que propicien una campaña de paranoia en la que se sobredimensione la angustia y la incertidumbre, y que haya algunos que están cayendo en estas campañas. ¿A qué juegan?  ¿Será que piensan que si hay una guerra civil o una invasión militar los únicos perjudicados serían los chavistas?
El mismo Oscar Schemel señala que la respuesta a estos planes desestabilizadores debe ser ofrecer comunicaciones que anuncien beneficios y soluciones. Que debemos enfrentar de manera muy inteligente estas campañas, puesto que la neurotización en la que pareciera que estamos cayendo, puede acarrear el caos. Todavía estamos a tiempo de parar esta locura, aún cuando haya que reconocer que esta campaña que forma parte de una estrategia de claro contenido insurreccional, no tiene ningún tipo de liderazgo.
Sin embargo, y como me lo señalo vía tuiter una de mis lectoras, Ángeles Villegas para ser más específicos, aplicando la jerga del fútbol, hay que sacarle una tarjeta roja a la política comunicacional de nuestro Gobierno. Nos están regalando el miedo y no hay nada que efectivamente lo contrarreste. Hay un total desconocimiento sobre lo que realmente está sucediendo.
Y agarramos este regalo porque no contamos con información suficiente. No se mencionan las empresas acaparadoras, los nombres de los propietarios, los socios, toda la información, la cual deberíamos repetir mil veces al día.
Es en este estado de cosas, este estado de miedo, donde la derecha, el capitalismo, los neoliberales son tan eficientes, y ante este miedo, este caos, este "desabastecimiento", nos venden la idea de la "seguridad democrática" tipo Uribe Vélez y Peña Nieto. Pero fue la misma estrategia que les dio resultados en la Nicaragua de 1989, cuando el mismo pueblo nicaragüense, a través del voto popular, le abrió la puerta a sus propios verdugos, y desalojo del poder a sus liberadores, al sandinismo, eligiendo a Violeta Chamorro como Presidenta; y entonces los sandinistas tuvieron que esperar 14 años para que, por la vía electoral, volver al Gobierno Nacional y comenzar su Revolución desde cero nuevamente.
¿Será que el imperio nos quiere vender esa "seguridad" a través de Leopoldo López, María Machado o Henrique Capriles? ¿O será que esa seguridad nos la venderán con un Pinochet surgido en el seno de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana? ¿Se dejará quitar el pueblo venezolano sus logros o conquistas logradas en Revolución Bolivariana con Hugo Chávez? ¿Será que escaramuzas suscitadas en estos últimos días, como las de la Farmacia en Bella Vista, en Maracaibo estado Zulia, no es una señal de alarma para controlar la situación, de "tomar el toro por los cachos", antes de que la situación se torne incontrolable y sea demasiado tarde?
He ahí mis reflexiones e interrogantes. Les dejo a todas y todos ustedes la última palabra.
¡Bolívar y Chávez viven, y sus luchas, y la Patria que nos legaron siguen!

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